Cada 10 de octubre se observa el Día Mundial de la Salud Mental. La conmemoración fue impulsada por la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH) y apoyada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada año, la WFHM, propone, a modo de lema, un aspecto de la salud mental junto a diversos contenidos sobre esta temática. El objetivo que persigue, es el de recordar que la salud de cada individuo es la sólida base para la construcción de vidas plenas y satisfactorias. Esto tiene una estricta correlación con la definición de “salud” (1946) propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que la considera como un “estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

El Día Mundial de la Salud Mental de este año se celebra en un momento en que nuestras vidas cotidianas se han visto considerablemente alteradas como consecuencia de la pandemia de COVID-19. En el caso de las mujeres y las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex estas consecuencias son desproporcionadamente altas.  

Las personas LGBTI permanecen entre los grupos más marginados y odiados de la sociedad. Debido a esto, las personas LGBTI son más propensas a experimentar problemas de salud mental como depresión, ansiedad, abuso de sustancias e ideas suicidas, en comparación con el resto de la población.  Aunque estos números están disminuyendo a medida que crece la aceptación social, todavía son demasiado altos.

Adicionalmente, con demasiada frecuencia las personas LGBTI carecen de aceptación por parte de maestros, compañeros de clase, los empleadores, las iglesias e incluso por parte de los miembros de la familia. Las actitudes discriminatorias también dan lugar a que no se disponga de apoyo para tener servicios en salud mental. Por el contrario, en algunos casos, al acudir a algunos profesionales de salud mental, que deberían apoyarles en proceso de aceptación son los principales perpetradores de daños profundos e irreparables a través de procesos para intentar cambiar lo que consideran una conducta sexual inapropiada.  Esto a pesar de que la homosexualidad fue eliminada como una enfermedad mental en 1990 por la OMS.

Es oportuno agregar que algunas iglesias llevan a cabo tratamientos ortodoxos y perjudiciales, tanto física y mentalmente en personas LGBTI que redundan en graves daños a la salud mental. En clara contradicción a o recomendado por la OMS en relación a la prohibición de las terapias de conversión o cambio de orientación sexual, las cuales han demostrado ser dañinos para quienes son sometidos a estas prácticas.   

Los últimos meses han traído muchos retos para todas y todos, debido al aislamiento social, el poco contacto con amigos y familiares, con pérdida de trabajo, el temor a contagiarse del COVID 19, y aún más en Venezuela, donde contamos con muy poca protección sanitaria, en medio de un contexto de emergencia humanitaria y el ingente número de personas atrapadas en la pobreza y la falta de alimentos y servicios públicos.

La OMS espera que en un futuro cercano las necesidades de apoyo psicosocial y en materia de salud mental aumentarán considerablemente. Por eso la campaña del Día Mundial de la Salud Mental de este año se ha propuesto conseguir el incremento de las inversiones a favor de la salud mental.

En este Día Mundial de la Salud Mental es hora de crear conciencia sobre la prevalencia de estos problemas en las personas LGBTI para exigir una atención médica que sea accesible e inclusiva de sus necesidades. Así mismo seguir trabajando para eliminar por completo el estigma asociado a esta población.

 

Unión Afirmativa statement on World Mental Health Day

 

Every October 10 we celebrate World Mental Health Day. The commemoration was promoted by the World Federation for Mental Health (WFMH) and supported by the World Health Organization (WHO). Every year, the WFHM proposes, as a motto, an aspect of mental health along with various content on this subject. The objective that it pursues is to remember that the health of each individual is the solid foundation for the construction of full and satisfying lives. This has a strict correlation with the definition of “health” (1946) proposed by the World Health Organization (WHO) that considers it as a “state of complete physical, mental and social well-being, not only the absence of affections or diseases. “.

This year’s World Mental Health Day is celebrated at a time when our daily lives have been significantly disrupted as a result of the COVID-19 pandemic. In the case of women and lesbian, gay, bisexual, trans and intersex people these consequences are disproportionately high.

LGBTI people remain among the most marginalized and hated groups in society. Because of this, LGBTI people are more likely to experience mental health problems such as depression, anxiety, substance abuse, and suicidal thoughts, compared to the rest of the population. Although these numbers are decreasing as social acceptance grows, they are still too high.

Additionally, too often LGBTI people lack acceptance from teachers, classmates, employers, churches, and even family members. Discriminatory attitudes also result in the lack of support for mental health services. On the contrary, in some cases, when they go to some mental health professionals, who should support them in the process of acceptance, they are the main perpetrators of deep and irreparable damage through processes to try to change what they consider to be inappropriate sexual behavior. This despite the fact that homosexuality was eliminated as a mental illness in 1990 by the WHO.

It is appropriate to add that some churches carry out orthodox and harmful treatments, both physically and mentally, on LGBTI people that result in serious damage to mental health. In clear contradiction to or recommended by the WHO in relation to the prohibition of conversion or change of sexual orientation therapies, which have proven to be harmful for those who are subjected to these practices.

The last few months have brought many challenges for everyone, due to social isolation, little contact with friends and family, job loss, fear of catching COVID 19, and even more so in Venezuela, where we have very little protection in the midst of a context of humanitarian emergency and the huge number of people trapped in poverty and the lack of food and public services.

WHO expects that in the near future the needs for mental health and psychosocial support will increase considerably. That is why this year’s World Mental Health Day campaign has set out to achieve increased investments in favor of mental health.

On this World Mental Health Day it is time to raise awareness about the prevalence of these problems in LGBTI people to demand health care that is accessible and inclusive of their needs. Likewise, we continue working to completely eliminate the stigma associated with this population.

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