Oswmilex Quintero: Pasión musical y voz crepuscular
Por: Karla Ávila Morillo / @LaTuristaKAM
Oswmilex Quintero nació, creció y estudió en Barquisimeto, estado Lara, región conocida como la capital musical de Venezuela. Es bachiller en humanidades, le hubiera gustado estudiar comunicación social o psicología pero no se dio esa oportunidad, por lo que cursó administración tributaria hasta el segundo semestre sin embargo lo dejó para mudarse a Caracas donde incursionó en el mundo de la locución, al mismo tiempo como productora radial y voz oficial de algunas emisoras tanto pertenecientes al Estado como otras independientes, lo que la ayudó a conocer la comunicación social de manera empírica dándole las herramientas para aprender lo que para ella es un arte, así lo expresa: “La locución es algo que respeto mucho, por mi parte trato de hacerlo lo más bonito posible porque sé el trabajo que amerita ejercer esta profesión y el profesionalismo que se debe tener al emitir una información de manera veraz e imparcial”.
Actualmente es comerciante, tiene bajo su gerencia una marca de ropa que está creciendo como parte de lo que ha hecho para reinventarse y poder seguir adelante a pesar de la situación que vive Venezuela y el mundo.
Le gusta mucho tocar el ukelele, le encanta montar en bicicleta, le llaman la atención los deportes extremos como andar en patineta, patines, tirolesa, taekwondo. Uno de sus grandes sueños es poder recibir un Grammy o cualquiera de los premios que se otorgan a las personas que se dedican a la música, en su caso, como compositora o escritora de canciones. Igualmente piensa en escribir historias que se puedan plasmar audiovisualmente en cortometrajes.
En el año 2016 sacó su primer EP dedicado a las personas LGBT, llamado “Love”, el cual cuenta con cinco canciones que fueron tributo especial hacia mujeres lesbianas “Desde mi experiencia y las historias de algunas amigas, traté de hacer algo muy bonito, en eso se inspiró cada letra”.
Vivió cuatro años en Perú, estando allá desarrolló muchas tareas que no tenían nada que ver con la música pero sí realizó un tema para una empresa, concretando la primera venta de una de sus canciones, lo que también se convirtió en una oportunidad para buscar voces de venezolanos talentosos en el canto y unir esfuerzos: “Esos talentos que tú ves tal vez cantando en las calles, yo agarré a algunos de ellos y los invité a formar parte de ese bello proyecto, fue una ayuda tanto monetaria, como espiritual y sobre todo artística, hay mucho talento regado en el mundo”.
Oswmilex trabajó junto a la directora de cine venezolana Digcy Mejías quien está radicada actualmente en México, fue en un cortometraje con tema lésbico basado en poemas de Mejías, para lo cual la cineasta le pidió a Oswmi que creara música original, allí nació la pieza musical “Estamos rotas”, canción que terminó por ser el tema principal del audiovisual “Y el cangrejo resultó no ser inmortal”, también utilizaron otra de sus canciones llamada “Llegaste” para el mismo corto, cabe destacar que esta obra fue premiada en varios festivales y además participó la famosa primera actriz Patricia Reyes Espinola y un grupo muy bonito de una nueva generación de las artes visuales.
Expresa que a través de la música que hace le gusta aportar activismo en pro de las personas LGBT, lo ve como una ventana más para que las mujeres lesbianas sientan que hay alguien que hace música para personas como ella, lo ve como un aporte positivo, no le gusta el individualismo ni el “yoísmo” porque siente que de ese modo, con egoísmos, se pierde la visión del porqué se lucha por una causa, la verdadera esencia de esa lucha. Por eso se dedica a hacer un activismo desde lo artístico, mostrar lo que sabe hacer para ponerlo a disposición para todas las personas.
Su apoyo moral ha sido su familia, sobre todo cuando estuvo fuera de Venezuela, recuerda: “No es fácil ser migrante, yo sufro de depresión y de ansiedad, entonces es complejo, sobre todo este último año donde la situación se puso muy difícil, fue una época muy oscura, fue ahí donde mi familia me apoyó y estuvo alerta todo el tiempo. Toqué fondo, busqué ayuda, las personas creen que la depresión se pasa como si nada, pero no, la depresión puede matarte. Busqué ayuda psicológica, me abrí a mis padres y esa conexión espiritual con ellos fue clave para salir adelante, además de tratarlo con profesionales adecuados poco a poco me he sentido mejor”.
Reconoce que parte de sus virtudes es ser perseverante, el insistir en hacer las cosas bien, aunque confiesa que el perfeccionismo puede ser un arma de doble filo contra uno mismo el ser tan duros en ciertos momentos de la vida, siente que tiene madera de líder por algunas tareas que ha cumplido sobre todo lo que concierne a dialogar con gran cantidad de personas al mismo tiempo, opina lo siguiente: “Pienso que todo problema se arregla hablando, respetándonos, sobre todo poniéndonos en el lugar del otro, tener esa empatía que tanto hace falta en estos tiempos”.
Dice sentir una enorme tristeza cuando las mujeres lesbianas son invisibilizadas, pero es una tristeza que con el tiempo se convierte en fortaleza, asevera: “Son de esas tristezas que uno dice ¿Hasta cuándo?, ya basta, uno mismo le pone un límite. Es hora de cambiar las cosas y poniendo de nuestra parte, ¿Cómo ponemos de nuestra parte? Transformando las cosas nosotros mismos, si nosotros vamos a ser de esas mujeres que aceptamos insultos y no hacemos nada, evidentemente no estamos haciendo nada para que las cosas cambien, pero en el momento que uno dice ¡ya basta! y empezamos a darle voz, expresarnos, a reclamar nuestros derechos, ojo, respetando también los derechos de los demás”. Cree firmemente que se debe visibilizar lo que le pasa a cada una de las mujeres desde lo individual, está segura que cuando no le quieran dar espacio a las lesbianas, pues deberán crear los espacios para existir, destacarse y brillar dentro o fuera del país, buscar esa manera de cambiar las cosas asertivamente donde se hagan escuchar de cualquier manera, no solamente desde lo político sino también desde su propuesta, que es lo artístico, algo tan sencillo como pintar un cuadro, la expresión del arte, porque considera que el arte cambia la visión de las personas.
En reiteradas oportunidades ha visto vulnerado su derecho a trabajar por ser lesbiana, por no ser coqueta, por ser “Tomboy”, porque tiene tatuajes, personas que ven lo superficial pero no ven lo profesional y mucho menos su sensibilidad como ser humana. Recuerda que en la época de liceo le decían “marimacho” y otros improperios, le escupían en los pasillos de la institución bajo las miradas complacientes de algunos profesores.
Hoy en día se siente madura, centrada, con una visión amplia, con una empatía a flor de piel, dice: “Soy demasiado sensible ante las injusticias, sobre lo que tiene que ver con niños, las mujeres y adultos mayores, a pesar que puedan decir que soy masculina, pero la verdad no me gusta las etiquetas, simplemente soy una mujer que le gustan las mujeres, soy humana y ya”.
En lo profesional siente que sus letras han crecido mucho, buscar ese sonido, el concepto que quiere vender, la idea de lo que desea plasmar mediante lo que escribe ha evolucionado, se siente orgullosa de cómo lo hace actualmente.
Finalmente envía un poderoso mensaje: “Aunque te insulten, aunque te digan que no vales la pena, que no estás en lo correcto, que esa forma de amar es incorrecta, ante esto les digo que siempre hagan lo que el corazón les dicte, no se dejen llevar por lo que dicen los demás, al fin y al cabo uno siempre es el director, el escritor, guionista o productor de su propia historia. Traten de buscar y conservar esa pareja que las ayude a crecer, que tengan mucha empatía porque la situación no está fácil para nadie. Unidas somos más, eso del “girl power” sí existe y nosotras somos prueba de ello, nosotras existimos, estamos y nos vamos a hacer escuchar por medio de espacios como estos, hablando, expresándonos, pero respetando también las opiniones de quienes nos adversan porque siempre debe haber un equilibrio y ese equilibrio solo lo da la empatía, el amor, el respeto y la educación con la cual transmitimos el mensaje que queremos dar, no todas las personas estarán a nuestro favor, pero las que estén son las necesarias para seguir creciendo y sumando”.
Desde lo más profundo de su alma se muestra agradecida hacia la vida y lo privilegiada de ser como es, por poder mostrar esa forma de amar que la hace y la llena de una manera única. No sabe si sus canciones las tararearán o cantarán miles de personas, solo cree que quien las cante o tararee, hará que nunca deje de seguir intentando su lucha.